Terima Kashi, Nefatari

Último día en nuestra Villita de Nefatari. Después de despertarnos a eso de las 12 (seguimos culpando al jetlag, ejem), un buen chapuzón en la piscina y hacemos las gestiones que teníamos pendientes por teléfono.



Primero, comer. Nos envolvemos en nuestros sarongs y disponemos a pegarnos un homenaje, otro más.


Segundo, no podemos irnos de Nefatari sin probar su spa. A las 4 nos recogen para un masaje balinés (13€ cabeza). El lugar, espectacular. Al lado de un río, con los sonidos de la selva envolviéndonos. Tampoco falta ningún detalle, adornos de flores y aromaterapia.






Un poco de lectura antes de salir a cenar. Vamos a volver como obuses a este ritmo.


En Nefatari nos ayudan también a preparar nuestra salida y viaje a las islas Gili. Vendrán a recogernos mañana a las 7 de la mañana (menudo madrugón) y nos llevan al barco directamente. Además, nos han gestionado también la vuelta a Bali. Alguien se encargará de llevarnos al siguiente hotel.

Hemos llegado a la conclusión de que Bali es sinónimo de "no te preocupes de nada". Qué barbaridad. No hemos tenido que ocuparnos de NADA en estos días. No hemos tenido que coger un taxi, ni que gestionar ningún traslado a ningún lugar. Por no necesitar, no nos ha hecho falta ni un mapa.

Recomendaríamos este lugar sin dudarlo un instante a cualquiera que quiera buen precio y espectacular servicio en Ubud: Nefatari Exclusive Villas. Como dicen ellos, "estancia balinesa con toques occidentales".Pero de verdad que nos tememos que es imposible encontrar nada mínimamente parecido en Europa. La gente de aquí tiene un carácter tan abierto y naturalmente amable que hace que su vocación de servicio sea sincera y siempre agradable.


Acompañados por los ruiditos de nuestros amigos selváticos (salvo el gallo, el resto nunca sabremos lo que son) nos disponemos a prepararnos para ir a cenar. Creo que la elección hoy será Casa Luna, que nos han recomendado en varias ocasiones.


Antes de salir, la foto de rigor que no sale bien.


Casa Luna ha dejado el listón altísimo al resto de lugares a los que vayamos a comer/cenar. Los cocteles, increíbles. Javi a tomado un Martini de sandia (o un par).


Y Amaia un Daiquiri de mango.


La cena, de 10. Presentación, sabor, cantidad,...











Volveremos seguro, por eso hemos dejado buena propina ;)

Termina la primera etapa de un viaje que se hace más inolvidable cada día.Se nos acumula el trabajo de buenos recuerdos.Con una mezcla de pena por dejar Nefatari e ilusión por conocer Gili, nos vamos a la cama. Mañana el día empieza muy temprano. Lo dicho: Terima Kashi, Nefatari. Gracias. A tu salud.