martes, 26 de junio de 2012

Desde Bali con amor (y sin una maleta)

16.000 kilómetros,30 horas y 8 husos horarios después, llegamos por fin a nuestro destino:Denpasar,Bali.



Para arribar a Denpasar,hemos tomado 4 vuelos:el primero desde Bilbao,los otros dos han unido Madrid con Dubai y éste último con Kuala Lumpur. Estos dos aviones eran de la compañía Emirates y tan grandes que si uno de estos trastos quisiera aterrizar en el Aeropuerto de Hondarribia,tendrían que sacar gente del pueblo.Impresionante. Si tenéis que volar hacia estos lares,no lo dudéis; Emirates.



El cuarto avión,de Malaysia Airlines, nos llevó desde Kuala Lumpur hasta el pequeño aeropuerto de Denpasar.



Pero volvamos un momento a los dos aviones de Emirates.Porque hay varias cosas que hacen más soportables 2 vuelos consecutivos de casi 7 horas cada uno; lo primero es la atención del personal de cabina que es exquisita, otra es la comida (no hacen más que darte cosas para zampar y todas muy ricas.También hay barra libre de bebidas) y otra es un sistema audiovisual personal que tienes en tu asiento a través del que puedes ver pelis, escuchar música,ver series, documentales,noticias...imposible aburrirse! Mediante "ice" (así se llama este sistema) también pudimos acceder en todo momento a información en tiempo real sobre el vuelo; altitud,velocidad,tiempo restante,localización...también dispone de dos cámaras exteriores para ver las nubes o sentir el aterrizaje como si fueras el piloto.Una pasada.



He aquí un momento de una de nuestras partidas de Tetris en el que Amaia gana por enésima vez. Derrotado,me dedico al cine: "The Dark Knight" y "J. Edgar" me lo ponen más fácil. Antes vimos la deliciosa "The Artist".



Hay algo durante el trayecto que nos llama poderosamente la atención: Las chicas con velo que les cubre de cabeza a suelo. Son parejas jovencísimas; ellos siempre con bigote y ellas con esa sombra negra que solo deja a la vista sus ojos. Por mucho que lo tengamos interiorizado al vivir en una parte del mundo saturada de información, uno no puede evitar hacerse preguntas al verlos. Y reconozco cierta sensación de rabia. Porque tal vez ellas sean libres de elegir ir vestidas así (y de tolerarlo ellos), pero es que nadie les ha enseñado que pueda ser de otra manera. Reflexiones.

Pero estábamos ya en Denpasar.



Es, como digo, un aeropuerto pequeño (de tamaño parecido al de San Sebastián)y al desembarcar lo primero que debemos hacer es gestionar el visado. Como el que llega al cine o a un parque temático vas a una taquilla, pides "dos, por favor", pagas 26 euros por cabeza y te dejan entrar al país.Fácil. Antes, en Kuala Lumpur, debimos rellenar un formulario en el que indicábamos todos nuestros datos personales y el motivo de nuestra visita a Indonesia. Se nos han olvidado a los que vivimos en Europa lo que son las formalidades de aduana, pero aquí aún existen.En Europa pagamos otros "aranceles". En fin. Ah! En toda Indonesia el trafico de drogas de cualquier tipo está penado con la muerte. Lo pone bien clarito sobre el papel timbrado del formulario de aduana.Anécdotas.


Como en todo aeropuerto,nos dirigimos a la cinta esa tan misteriosa por la que aparecen los equipajes. Y oh,tópico, la maleta de Amaia nunca aparece. Es importante señalar que en este aeropuerto habitan los "Porters", unos individuos que se toman el trabajo de recolectar las maletas según llegan por la cinta, incluso antes de que se ocupen sus dueños.De este modo,luego te la llevan, les pagas y todos contentos.Pero ningún Porter se había hecho cargo de la maleta de Amaia. Así que nos dirigimos al Lost and Found del aeropuerto y un funcionario balinés muy simpático nos atiende y,tras rellenar un formulario, nos indica que llamemos a la mañana siguiente. Continuará.

Ya en el exterior, nos encontramos con decenas de personas blandiendo hojas de papel con nombres, como si fueran fans de un equipo de fútbol. En uno de esos carteles leo "Nefatari Villa Ms. Amaia Gonzalo". Quien lo sujeta es Gudi, un chico menudo y muy risueño que viene a buscarnos con su turbantito y su pareo. Una hora de camino nos separa de la Villa donde nos alojaremos los primeros 6 días.Gudi nos conduce hasta ella en su pequeña furgoneta, atravesando el caos del tráfico de Denpasar.Es de noche.

Llegamos a Nefatari Villas.Y nos quedamos sin palabras. No tenemos palabras para describir nuestra Villa. Ni para los sabores de la cena.Ni para el rumor que nos llega desde el exterior.Pero para esto tengo una analogía muy clara: todos tenemos en la cabeza los sonidos de selva de las pelis de Tarzan, verdad? pues esos mismos sonidos nos mecen hasta, sin mucho esfuerzo, llevarnos al sueño.

















Ubicación:Nefatari Villas, Ubud, Indonesia.

3 comentarios:

  1. ¡uuuUuAAAAAaaaa!!!! ¡Lo flipo con la villa!
    ¡Tenéis que sentiros como Mowgli y Bagheera pero con casita y todo!
    ¡Disfrutad todo lo que podáis!
    ¡Un abrazo!

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  2. ¡Es precioso! Guauuu... Disfrutad mucho..
    Javi. Graba todo con el aifon, que luego usamos lo grabado para el próximo videoclip!!!! Hacemos corta y pega, y nos incrustamos!!! pa fardar!!!! Mira los de Belladona que se van a Bali a grabar. Qué nivel!!!
    Cuidaros mucho (sobra decirlo viendo las fotos). Aquí os esperamos.
    Muchos besos.
    Susi y Aitor
    PD: he hecho la consulta de la maleta con Iker Jimenez. Me dice que es curioso Carmen!

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  3. Totalmente así es como nos sentimos primo. Lo más flipante son los sonidos, ruidos de animales que jamás habíamos oído antes.
    La maleta ya ha llegado¡,!! Menos mal, el anti mosquitos estaba en ella :S

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