Este domingo, pasamos de esperar a que la lluvia nos diera permiso para salir y nos acercamos a San Juan de Luz. De vez en cuando, volvemos a este pequeño pueblo que, en cierto modo, tiene de todo lo que nos gusta.
Los domingos la mayoría de las tiendas abren; pastelerías , tiendas de ropa, de jabones, delicatessen...En esta, Pierre Oteiza, compramos un tinto muy majo llamado Domaine Etchegaray. Y también un paté de paloma riquísimo.
Esta se llama Mariposa. venden frutas escarchadas y una especie de turrones de azucar que son puro vicio.
Con un queso curado que nos llevamos de otra tiendecita y un par de gateaux basques auténticos, nos volvemos a casa salivando: Deseando empezar a dar buena cuenta de esa cena que, sin saberlo nosotros, estaba escondida en San Juan de Luz.